Cuando llegues al final de lo que debes saber, estarás al principio de lo que debes sentir. La verdadera medida de una persona se ve por la forma de tratar a quien no puede darle nada a cambio. Aprender a no exigir amor y a que no siempre tenemos que tener la razón en todo, es dar buenas razones para ser querido. Este es el tiempo para aprender que todas las personas somos diferentes y si quieres a alguna de ellas en tu vida, acepta sus diferencias.
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